Qué caray...

Ahora me encuentro en Oaxaca y la visita me ha resultado en verdad grata. Todo lo que se puede encontrar por acá basta y sobra para decir: no me voy de aquí. Ahora que si bien uno no puede dejarse llevar por sentimentalismos y gobernarse por las vísceras durante toda la vida, algunos momentos sirven para hacernos saber que seguimos siendo homo sentimentalis.

No escribo mucho al respecto de estas imágenes porque quedarán para una futura descripción detallada del suceso, uno que no podré olvidar.































Juro por quien quieran, que aun conservo la sonrisa de la primera foto.

2 escupitajos:

Mastodonte dijo...

Ahora sí, después de haber leído todo me quedo una vez más embobada!

No manches sí que te la pasaste de lujo, qué fregón...de las fotografías, qué te puedo decir? son más que fabulosas, se rifó chamaco, se-ri-fó!


((claro, siga conservando esa sonrisa...y esas imágenes! son excelentes!))

un abrazo y umbeso!

nos vemos en el universo

flor bovina dijo...

yo sabía que cabía en esa mochilita naranja ¬¬

hasta bajé de peso para estar al tamaño u_u

jaja saludos y me traes un dulce, ya sabes donde vivo (cerca de la señora loca wajajajaja ) =P