anécdota sin título No.1

Hace ya algo de tiempo que no cuento una de las nuhbloanécdotas, y he yo aquí, una. Ocurrió hace aproximadamente, en realidad la fecha exacta no la recuerdo, pero ocurrió en las vacaciones de verano anteriores.

Era una tarde como muchas, con un poco de frío, muy rico. Unos compas (a quienes nombraré Da y De) y yo comenzamos una de esas pláticas que no tienen un fin (en ninguno de sus sentidos; ni objetivo ni final). Los temas comenzaron a dispararse: el frío, las verduras transgénicas, wal mart, el zapatismo, los movimientos revolucionarios, la identidad indígena y así continuó hasta llegar a los diarios y banales tópicos... las relaciones personales, la chamaquita del despacho contable que nos había 'acosado' la noche anterior (ja ja... esta anécdota me la guardo para después), las respectivas parejas... y fue aquí que saltó la pregunta.

De, Da y Yo habíamos entablado una camaradería 'so fuck'n awesome', pero curiosamente, jamás hablamos de nuestras respectivas parejas, de cómo andaba la situación en nuestras ciudades. Da mencionó su reciente interés por una damisela californiana; de De conocíamos a la perfección a su 'tlahco ialaxox' (su media naranja en náhuatl), y aunque jamás la conocimos en persona, llegamos a sentirla como conocida... Es típico de los enamorados, ¿no?

Pues bien, la situación estaba así. Entonces me dispuse a decir la verdad, sinceramente. Les conté que Fernando y yo habíamos peleado antes de salir de viaje, que mi vida era un desastre en ese momento, que... Ah no, esperen, esa no es mi vida. Pues bien, De me preguntó de una manera totalmente neutral, sin presuponer ninguna respuesta: Espera ¿eres gay?...

Mi reacción ante esa pregunta tan sorpresiva fue nula, que me quedo pasmado. Entonces él me aclaró: -Espera, no lo digo porque piense que eres gay, sino porque es muy molón de mi parte pensar que todos son heterosexuales.

Su justificación me puso tan de buen humor que no hubo conflictos entre nosotros. Me resultó tan guay que su pregunta no fuera ¿no eres gay, verdad? o ¿tienes novia?. Claro que la pregunta no pudo ser del todo neutral, pero dicen que en el cómo decirlo está la clave.

Respondí con un fragmento de mi situación en ese momento, pero en general mi respuesta fue: No soy gay, aunque nunca hablo de mi tlahco noalaxox y estoy libre para siempre. Algo que ambos aceptaron de la misma forma, así hubiese contestado: Sí, soy gay; No, soy bi; o incluso aún: Mis inclinaciones no involucran seres vivos.

Qreo que la moraleja de esta historia es... la que cada quien le halle porque nunca me ha gustado prescribirlas.

Bien, ahí se ven.
Respect!