
Cuando el polvo blanquesino
comenzó a cubrir finamente los ángulos
mal trazados
del busto al destino,
en ese momento me dispuse a fotografiarlo,
para así
tener en mi cartera un amuleto,
una imagen sagrada,
la imagen de un letargo que aún vive,
i que hoy,
'se-llama olvido'…
3 escupitajos:
ya estrenaste tu camara que con tanto sacrificio traje?
:[ un beso mi Nino...un beso...y los cabellos también tendrán restos de su polvo en las esquinas...
No es polvo... es protector contra el sol.
Publicar un comentario