uno

Tan sólo había ido a lavar mis manos;
acostumbraba hacerlo directamente del fregadero
en la cocina:
desde ahí
podía echar un vistazo hacia afuera,
para variar.

Fue ahí cuando la vi
del otro lado,
en su terraza.
Cuando vi a esa mujer
ahí
apacible,
con una manta en sus manos;
quise ser esa mujer;
quise estar yo de aquél lado;
quise la simplicidad de su vida.

no sé qué hacía
pero juro
que casi pude leer
su mirada
y las palabras que usaría
de habérmelas dirigido.